
¿Qué pasa con tu sangre cuando donas?

Durante una donación de sangre entera se extraen cerca de 470 ml, lo que equivale a menos del 13% de tu volumen total de sangre. Lo más sorprendente es que tu cuerpo tiene la capacidad natural de reponer, de forma rápida y eficiente, todas las células y líquidos que se donan.

Millones de glóbulos rojos nacen y mueren cada segundo. Cuando donas sangre, tu cuerpo detecta la disminución de oxígeno y responde de inmediato.
Las células peritubulares de los riñones liberan una proteína llamada eritropoyetina, que viaja por el torrente sanguíneo hasta la médula ósea. Ahí, la eritropoyetina “indica” a las células madre que produzcan más glóbulos rojos, acelerando su reposición.

Además de los glóbulos rojos, el organismo utiliza otras proteínas mensajeras que estimulan la médula ósea para regenerar glóbulos blancos (defensas del cuerpo) y plaquetas (responsables de la coagulación).
En pocos días, los niveles de estas células vuelven a la normalidad.